lunes, 16 de febrero de 2009

Parapsicología en La Rioja: Leyenda del milagro del gallo y la gallina (Santo Domingo de la Calzada)

Saludos GIPEriojanos:

En esta entrada empezaré a contar leyendas sobre el fundador de Santo Domingo de la Calzada. Este pueblo estuvo ligado al Camino de Santiago desde sus orígenes en el siglo XI. Y para ello presentaré al personaje histórico y sus hechos probados.

Santo Domingo, un joven pastor oriundo de la región, nació en Viloria de Rioja hacia el año 1020. Se educó en el monasterio de Valverna y solicitó entrar en el famoso monasterio de San Millán de la Cogolla. Rechazada esta petición, se hizo el ayudante de Gregorio de Ostia, el legado papal, quien le ordenó sacerdote. Recorre los pueblos de la región predicando la penitencia hasta el fallecimiento de San Gregorio.

Y desde entonces hasta su muerte, el 12 de mayo de 1109, es decir, durante 63 años, no tendrá otra misión que volcarse atendiendo a los peregrinos que iban a Santiago. El santo es a la vez enfermero, cocinero, organizador de tierras, constructor de caminos y puentes. Los peregrinos, a partir de Nájera, seguían la vieja ruta romana del norte, por Hormilla, Valpierre, Leiva, Briviesca. No debía de hallarse en buen estado y ofrecía peligros y dificultades. Santo Domingo la rectificó, desviando el camino hacia el sur: Nájera, Azofra, nuevo burgo de Santo Domingo, Redecilla del Camino, Burgos.

El santo es el repoblador y organizador de toda la comarca desde el Najerilla al Tirón, puesto que al vitalizarla, con la fijación del Camino, originó riqueza, afincó comerciantes, labriegos y artesanos, dando origen a una comunidad nueva. En el centro de esa región, y en el lugar más peligroso por el frondoso y áspero bosque que lo circunda, esablece una hospedería (hoy en día, restarada como Parador Nacional de Turismo) y un hospital para atender personal y caritativamente a los que iban o venían de Santiago. En torno a estos centros nace en seguida una iglesia, la de Santa María, y otros edificios asistenciales, y poco a poco va surgiendo una ciudad entera, que es la que lleva su nombre, Santo Domingo de la Calzada. A la salida de la ciudad , camino de Grañón, construye en 1044 sobre el río Oja su puente más famoso. A continuación se muestra la ubicación del sepulcro del santo.

Sepulcro del santo
Las buenas obras de Santo Domingo a favor de los peregrinos de Santiago no parecen haber cesado con su muerte. Varias milagrosas curaciones de peregrinos, ocurridas en la villa, se atribuyen a la influencia de Domingo. Tal fue el caso de la curación del caballero francés poséido por el demonio que fue librado del espíritu maligno ante el sepulcro del santo; o la de Bernardo, un peregrino alemán del siglo XV que se curó de una infección purulenta de los ojos al visitar la tumba de Santo Domingo; o el normando que recobró la vista en aquel santo lugar. Un juego de nueve tablas pintadas (foto) hoy adorna una pared de la catedral y recuerda los milagros de Santo Domingo.

Tablas sobre Santo Domingo
Pero el milagro más famoso (uno de los más populares de toda la Europa medieval) es la historia de una familia (matrimonio alemán con su hijo de dieciocho años llamado Hugonell), procedente de Ad Sanctos, que caminaba hacia Compostela. Al pasar por Santo Domingo se alojaron en un mesón donde la moza de la casa se enamoró del hijo de la familia y se lo hizo saber. Pero el joven rechazó los avances de la moza y ésta, humillada y recorosa, escondió un vaso de plata en el zurrón del peregrino para vengarse. Al salir la familia a continuar su camino, ella le acusó de haberle robado el vaso. Las leyes de entonces (Fuero de Alfonso X el Sabio) castigaban con pena de muerte el delito de hurto y una vez fue prendido y juzgado, el inocente fue ahorcado por orden del Juez.

Santo Domingo de la Calzada
Los tristes padres siguieron su romería y, de regreso de Compostela (un mes después), se acercan al patíbulo para rezar por el hijo y descubren que su hijo seguía vivo en la horca, milagrosamente sostenido y protegido por Santo Domingo. Fueron a decírselo al juez del pueblo, que en aquel momento estaba en la mesa a punto de comer un plato de pollo. Al oir lo que le afirmaban los padres, replicó con ironía: "Esta historia es tan verdadera como que este gallo y esta gallina van a levantarse del plato y cantar." Así lo hicieron las aves, ante el asombro de todos. El Juez ordenó inmediatamente que se descolgara al joven y se castigara a la moza.

Y desde entonces se dicen los famosos versos:
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA
DONDE CANTÓ LA GALLINA DESPUÉS DE ASADA

La primera parte de esta leyenda, la historia del peregrino ahorcado, se cuenta en muchísimas colecciones medievales de milagros, atribuyéndose el milagroso sostenimiento del peregrino al mismo Santo Domingo, a Santiago, o a Santa María. El milagro suele situarse en la ciudad francesa de Tolosa; la nacionalidad de la familia varía entre alemana y francesa; pero el milagro siempre es el mismo. La segunda parte, el prodigio del gallo y la gallina, pretende apoyar la verdad del primer milagro, y es propia de Santo Domingo de la Calzada.

Entrando a la iglesia del pueblo, el peregrino medieval podía ver una caja de hierro que encerraba un gallo y una gallina, descendientes, se afirmaba, de las aves asadas que cantaron. Los peregrinos recogían las plumas caídas de las aves sagradas, o se las pedían al sacristán, y las exhibían, orgullosos, en sus sobreros. Se decía, además, que si las aves comían las migajas de pan que los romeros les subían en las puntas de sus bastones, era señal de que llegarían salvos a Compostela. Hasta hoy en día los cantos del gallo en la iglesia se considera signo de buen augurio. El peregrino Hermann Künig en el siglo XV afirma haber visto el cuarto donde las aves echaron a cantar y el horno donde fueron asadas. Otros documentos de peregrinos recuerdan que la camisa del peregrino ahorcado se conservaba en la iglesia y que la horca misma estaba puesta en lo alto de una de sus paredes.

Gallinero
Estos artefactos se han perdido, pero el famoso gallinero (foto) de Santo Domingo de la Calzada, sin duda la más curiosa decoración que jamás ha ostentado iglesia del mundo, con su marco gótico tardío y sus rejas doradas, sigue alojando a un gallo y una gallina blancos vivos. Siempre son de color blanco y proceden de donaciones de devotos del Santo, cambiándose las parejas cada mes.

En el Archivo de la Catedral se conserva un documento de 1350 con indulgencias que 180 Obispos conceden "a la Catedral de La Calzada, donde hay un gallo y una gallina blancos, y a quienes devotamente giren en torno al sepulcro del Santo, recitando el Padrenuestro, Avemaría y Gloria".

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"Aprende a vivir y sabrás morir bien"

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