jueves, 12 de marzo de 2009

Parapsicología en La Rioja: Las brujas de Zugarramurdi y el Proceso de Logroño (1608 - 1610) [III]

Saludos GIPEriojanos:

A continuación la tercera parte sobre este tema que comencé en una entrada anterior. Espero que os interese lo suficiente como para leerlo completo.

El 11 de marzo de 1600 contestaron los señores del Consejo de Madrid, indicando en su breve carta los nombres de algunos de los encausados principales. Devolvían las causas e incluían un papel con un cuestionario dividido en catorce preguntas que decía (cambiadas algunas palabras al castellano y ortografia actuales):

"Preguntas que se han de hacer a los reos y testigos en materia de brujas.
1. En que dias tenian las juntas y cuanto tiempo estaban en ellas y a que hora iban y volvian y si estando alla o yendo o viniendo oían campanas o perros o gallos del lugar mas cercano y a cuanto estaba el lugar mas cercano de la parte donde se juntaban.
2. Si sabian los dias y horas en que se habian de juntar; o, si habia alguna persona que las avisaba y llamaba y quien era.
3. Si tenian maridos, o mujeres, padres o madres, parientes y criados y si dormian en un mismo aposento y si las echaban de menos alguna vez o veces o que es la causa porque no las echaban de menos o si alguno de los susodichos las han reñido por esto.
4. Si criaban de leche y si llevavan las criaturas consigo, o; a quien las dejavan encomendadas o que es lo que hacian de ellas.
5. Si iban vestidas o desnudas y donde dejaban los vestidos y si los hallaban en la misma parte o en otra.
6. Cuanto tiempo tardaban en ir desde sus casas al lugar de las juntas y que espaçio y trecho hay hasta alla y si topaban a ida o vuelta con algunas personas y si iban deprisa o despacio por sus pies o en pies ajenos cada una a la ida y a la vuelta y si estando en las juntas vieron pasar o atravesar por la parte donde se hacian algunos caminantes pastores u otras personas.
7. Si yendo o viniendo a las dichas juntas o estando en ellas por nombrar el nombre de I.H.S (Jesucristo) o por otra causa se han deshecho las juntas o quedandose en el camino sin poder el demonio darles mas ayuda.
8. Si se juntan para ir a dichas juntas y en que parte y si dicen algunas palabras y cuales y con que unguento y de que se hace y quien la hace y si tienen el unguento o las cosas de que se hace y diciendo que la tienen la haran buscar y hallado lo muestren a medicos y boticarios para que declaren la confeccion de que esta hecha y los efectos que naturalmente pueden nombrar.
9. Si para ir era necesario que se untasen o si fueron alguna vez y podian ir sin untarse.
10. Si entre junta y junta se comunicaban unos con otros tratando de lo que habia pasado en la junta o juntas y de cuando habia de haber otra junta o de otras cosas tocantes a esto.
11. Si se confesaban en ese tiempo y si confesaban estas cosas a sus confesores y cuantas veces las confesaron y si recibian el Santisimo Sacramento y cuantas veces lo hicieron y si decian oraciones de cristianos y cuales.
12. Si tenian por cierto que iban corporalmente a las dichas juntas o si con el dicho unguento se adormiesen y se les imprimen las dichas cosas en la imaginacion o fantasia.
13. Si resultaban muertes de niños o de otras personas, o haber sacado los corazones a los niños, se procure verificar estos delitos y actos con testigos.
14. Cuando examinen algun testigo o reo le pregunten los complices y a cada uno de los complices le pregunten lo mismo para ver si contestan en los actos y delictos y en la complicidad, para que mejor se pueda averiguar y aclarar la verdad."

Vuelo de brujas (Cuadro de Goya 'Vuelo de brujas'). Este cuestionario refleja la opinión de muchos de los inquisidores españoles que, ya en el siglo XVI, no sólo dudaban de la realidad de los actos atribuidos a las brujas, sino que creían que, en su mayoría, eran ilusiones, aunque a veces diabólicas. Podía incluso admitirse que en casos obrabá sobre su conciencia alguna materia o sustancia natural, extraída de hierbas.

Con arreglo a éste criterio se había castigado a bastantes mujeres en Castilla y otras partes, condenándolas a penas no muy fuertes, pese al trato diabólico, considerándolas más bien como embaucadoras, mentirosas y causantes de perjuicios. Pero no dejaba de haber gentes de toda clase que eran mucho más crédulas, y entre los inquisidores había asimismo partidarios de la opinión, madurada durante los siglos XIV y XV sobre todo, que venía a defender la realidad absoluta de las intervenciones diabólicas, en relación con las brujas y sus actos, sin aceptar lógica alguna.

Muchos magistrados civiles, muchas autoridades locales habían partido de esta base en sus actuaciones, en todo el occidente de Europa donde se daban las grandes "plagas". En España, éstas se circunscribían a Navarra, las provincias vascas y algunos puntos del Pirineo catalán. No se sabe exactamente la razón. Los dos jueces de Logroño que aparecen actuando en 1600 fueron, por mala fortuna, de los que creían en la realidad total de los actos de las brujas y brujos, considerados no individualmente, sino como pertenecientes a una secta. En esto hay que confesar que no se diferenciaban mucho de los habitantes de las zonas en donde iban a actuar. (Foto del pueblo de Zugarramurdi)

Foto de Zugarramurdi
Los vascongados, en general, y con esta denominación ahora debe aludirse a todos los hombres y mujeres de habla vasca, llevaban casi siglo y medio con obsesiones periódicas producidas por los males que atribuían a los brujos o "sorguiñak". Y la Inquisición hubo de frenar su deseo de castigos violentos más de una vez. En Logroño las cosas se veían de otra manera que en Madrid.

El 22 de mayo de 1609 los dos inquisidores de aquella ciudad volvían a escribir a Madrid, respondiendo a las indicaciones recibidas y ya expuestas. Entretanto -añadían -se habían presentado otras seis personas más, voluntariamente, "las más principales cabeza y caudillo de todos aquellos brujos segun que suficientemente les esta probado". Puestos todos en las cárceles secretas, negaron su condición de brujos, pero los dos inquisidores no dudaban. Había, así, seis reos negativos y cuatro confitentes, según la jerga inquisitorial. La prosecución de los procesos les daba tal trabajo que Valle Alvarado, al que le tocaba, no había podido salir a la visita de la zona.

En la carta, por último, pedían instrucción acerca de lo que se debía de hacer "con los menores de doce años que son ya brujos renegados y con los de hasta veinte y cinco años y con todos los demás...". Las pruebas eran abundantes. Aún hay otra carta de 4 de septiembre de 1609, recibida en Madrid el 15, en que los inquisidores dan cuenta de la prosecución del asunto.
La idea de secta es medieval y va a mantenerse en los primeros tiempos de la Edad Moderna. En el proceso de 1610 los inquisidores promueven y consiguen que se acepte la idea de secta en la que se rendía culto al "Dios cornudo", el Demonio, a quien las brujas llaman señor. (Foto del acceso a una de las cuevas de Zugarramurdi)

Acceso a una de las cuevas de ZugaramurdiEn el proceso aparece todo un culto en el aquelarre, con ritos de iniciación y con declaración de ritos de fecundidad mediante acto carnal con el Demonio. Se hacían venenos, polvos y ungüentos. Se decía que usaban huesos de muertos, sesos y belladona con la que se obtenía la llamada "agua amarilla" (producto venenoso). Para los polvos se usaban sabandijas, caracoles, ... Se pensaba que eran precisas 13 personas para formar un conventículo o secta, pero las detenciones del Tribunal de Logroño rompe con el número, pues los más activos fueron 27 y siempre se mantuvo como toda una única secta.

Continua. Espero vuestros comentarios. El resto de los artículos de 'Parapsicología en La Rioja" a través del ÍNDICE.

"Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas"

1 comentarios:

Anónimo dijo...

En primer lugar advertir al autor de este blog que, por causas ajenas a mi interés, no he podido leerlo en su totalidad, por lo que desconozco si será esclarecedora o repetitiva la aportación que me dispongo a hacer.

Al margen de todo lo relacionado al proceso inquisitorial, del cuál, no dudo que el autor esté mucho más informado que yo, me centraré sin embargo en la parte que mejor conozco, la relacionada con los Akelarres y los/as sorginak.

Empezaré comentando que la mayoria de las personas detenidas en Zugarramurdi, eran descendientes de los Agotes, término vascuence con el que se denomina a los Godos que habitaron en la península ibérica.

Los Agotes pertenecían a un pueblo que había invadido la península y con los cuáles los vascos eran reticentes a mezclarse, por lo cuál, un pequeño número de ellos se veían obligados a vivir aislados en la zona del Baztán navarro.

Para hacerse interesantes a las comunidades vasconas, los Agote decidieron dedicarse al conocimiento de la medicina y y al aprovechamiento de los frutos y hiervas que crecían en la región donde habitaban.

Asi surgieron los/as sorginak, (sortu eginak "los que hacen nacer"), que no eran sino parteros/as y curanderos/as.

De todos es sabido que vascos y celtas convivieron durante muchos siglos, tanto es asi que hoy dia la genética no se decide si vascos descienden de celtas, celtas descienden de vascos o son un mismo pueblo.

Los celtas adoraban, entre otros muchos, a una diosa con forma de cabra negra y los árboles eran sagrados para ellos.

Uniendo diferentes tradiciones, nos topamos con el momento mágico del Akelarre, representante pretérito de la magia Wicca, que se celebraba las noches de plenilunio con intenciones fecundadoras de las cosechas.

Los Agote conocedores de las tradiciones ancestrales y de los secretos de la naturaleza realizaban este tipo de rituales esotéricos bailando en torno a las hayas, (hayas y robles son árboles sagrados en la mitología vasca, de ahi el símbolo vasco del "árbol de Gernika"). Hombres y mujeres danzaban desnudos y untaban sus cuerpos con ungüentos especialmente mezclados en la proporción correcta para otorgar a su portador ensoñaciones o desdoblamientos.

Todo ésto se hacía ante un varón con la máscara de Akerbeltz (Macho cabrío negro), heredero de la diosa celta, que era, el anfitrión del Akelarre (Akear Larre "Prado del macho cabrío").

La forma de untarse los ungüentos era mediante la aplicación de éstos en el extremo del palo de una escoba, (por ser éste lo suficiente mente romo como para no herir zonas sensibles de la piel), y se untaban en aquéllas zonas de mayor absorción del cuerpo humano.

Ante este panorama, los inquisidores, defensores maniáticos de una religión creyente en el Diablo, no pudieron sino asociar todo ésto con rituales diabólicos.

Gracias a las horribles torturas a las que eran sometidos tanto los integrantes del Akelarre como todos/as aquellos/as que supieran de su existencia y no lo denunciaran, las personas confesaban todo tipo de relaciones incestuosas y pecaminosas.

 
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